álcali
De las incisiones en las cápsulas de la adormidera se obtiene el opio, rico en alcaloides.
bo tratando con álcalis las partes de las plantas que los contienen o sus ácidos acuosos lixiviados. A continuación se pueden extraer las bases libres con éter o cloroformo, o se pueden destilar en corriente de vapor. Generalmente, los alcaloides poseen una elevada toxicidad; su actividad farmacológica se debe a su acción restauradora (analéptica), analgésica, anestésica o hipnótica. La acción analéptica se explica como estímulo y ulterior depresión persistente de los ganglios nerviosos autónomos (un ejemplo es la acción que en este sentido ejerce la nicotina); en este campo, la importancia terapéutica se ve limitada por el hecho de que su estímulo sólo se produce a dosis que provocan convulsiones. Las propiedades analgésicas son características de los alcaloides del opio (codeína, morfina, narcotina, heroína, papaverina, etc.), que disminuyen ia actividad de los nervios sensitivos periféricos, por lo que son ampliamente usados como calmantes de los dolores más agudos, postraumáticos, postoperatorios, etc. No obstante, provocan trastornos gastrointestinales y síntomas de depresión general, circulatoria y respiratoria. La escopolami-na es un ejemplo de alcaloide de acción anestésica e hipnótica (ingrediente de los sueros de la verdad). Algunos alcaloides figuran desde tiempos remotos entre los venenos más activos, como la conina, principal alcaloide de la cicuta, m. Nombre genérico de los compuestos básicos capaces de combinarse con los ácidos para formar sales y, en particular, con los ácidos grasos para formar jabones.
En los envenenamientos por álcalis, estados patológicos causados por sustancias ampliamente usadas en la fabricación de jabones y detergentes, como la sosa cáustica, potasa cáustica, los óxidos, hidróxidos, fosfatos y carbonatos de sodio y potasio, etc., la ingestión del producto es generalmente accidental, y las consecuencias pueden ser mortales. El tratamiento de urgencia consiste en diluir el álcali ingerido, tomando agua o leche en cantidad junto con algún ácido débil para neutralizar la causticidad (vinagre diluido, zumo de cítricos), e ingerir sustancias emolientes (clara de huevo, aceite de oliva).
