En contra de lo que algunos piensan no tiene nada que ver con el habla que deriva de fábula sino de ab- prefijo de separación, privación o limitación y latus, participio pasado de fero, llevar, producir. Este caso declinativo, que en griego no existía y que algunos atribuyen a Julio César, en su origen para indicar el lugar de la acción verbal, después se ha usado para expresar cualquier circunstancia de lugar, tiempo o lo que sea en la oración gramatical.
"En nuestra lengua formamos el ablativo con preposiciones, pero en latín y otras lenguas declinables se forma con una terminación específica según la declinación"