Es la idea de que la vida humana es inherentemente absurda e irracional. Para quienes defienden este principio, los intentos de encontrar un propósito o un significado en la vida son inútiles y por tanto, la mejor forma de vivir es aceptar que la falta de sentido de la existencia, y de este modo se encontrará la felicidad en la existencia.
"Según Albert Camus, el absurdo de la vida no debe llevar a un sinsentido, sino a la rebelión y a la creatividad."