Es una exclamación de asombro y de enojo. No hay un acuerdo sobre su origen, pero seguramente es un eufemismo o una deformación de otra frase como "¡Ahí va la hostia!" o "¡Anda, la hostia!", hasta se supone que pueda provenir del andalusí "ámda, la ausá alláh" ("¡Qué horror, Alá no deje crecer el mal!").
"«¡Anda la osa!» (Homero Simpson)"