En realidad esta locución empezó siendo una frase más literal, ya que en la Europa moderna y en sus colonias americanas se perseguían a personas (especialmente mujeres) con la acusación de realizar brujerías y pactos con demonios. En realidad se acusaba a cualquier vecino que resultara antipático, solamente por perjudicarlo, ya que en muchos países (como Alemania y Holanda) el juicio religioso incluía torturas y hasta ejecuciones de los declarados culpables. Hoy se le dice «cacería de brujas» a una persecución organizada e implementada por un gobierno intolerante que hostiga a miembros de su sociedad con acusaciones infundadas o por motivos que en un estado de derecho no constituyen delito. Por extensión es cualquier persecución injusta a un grupo por motivos ideológicos. Ver «caza de brujas», macarthismo.
"La «cacería de brujas» original podría considerarse un 'crimen de género'."
