CLIENTE.- En la Roma antigua el CLIENTE era una persona que se asimilaba a una familia romana, buscando su protección, a veces la tutela o la guía de algún gran personaje. En muchas ocasiones las personas se hacian CLIENTES de alguna familia para ganarse su confianza y en un futuro contraer matrimonio con algún miembro de esta u otra familia prestigiada. También era frecuente que una persona le interesara ser CLIENTE de una determinada familia para comerciar con ella. Igualmente se hacían CLIENTES con la intención de venerar al mismo dios.