Los madrileños llaman así a los tres túneles ferroviarios entre las estaciones de Atocha y Chamartín con dirección sur-norte por los que circulan diariamente más de 450 trenes con unos 200.000 viajeros. El original lo proyectó Indalecio Prieto, ministro de Obras Públicas de la Segunda República, en 1933. La prensa de derechas ridiculizaba el proyecto al que llamaba el tubo de la risa al compararlo con una atracción de feria de entonces. Actualmente funciona otro en su ala oeste que pasa por Sol. El del ala este es para el AVE (alta velocidad) y está en construcción.
"Hoy no podríamos vivir los madrileños sin el túnel de la risa."