Ropa vieja y en desuso. Algunos alistanos usan también esta palabra como apelativo despectivo recriminando conductas no deseadas. Mi tía decía a veces recriminando a alguien: ¡Oh demonio falamendro!.
Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para optimizar tu navegación, adaptarse a tus preferencias y realizar labores analíticas. Al continuar navegando entendemos que aceptas nuestrasPolíticas de cookiesAceptar