Probablemente se trata de algún juego de pelota o algún partido a disputar en el que los equipos cuentan con jugadores titulares y suplentes, así como el aguatero o aguador, que es la persona encargada de llevar el agua para que los jugadores beban y se refresquen. En Argentina, esta locución la usa la jerga juvenil para indicar, en sentido figurado, que alguien está mal de la cabeza le falta un tornillo o es un tonto.