Del adjetivo griego phlogistos, quemado, consumido por el fuego. Presunta sustancia de los cuerpos ideada por los últimos alquimistas aprendices de químicos de los siglos XVII y XVIII para explicar la combustión. El alquimista-químico alemán del XVII Johann Becher lo llamó terra pinguis. A finales del XVIII Antoine Lavoisier lo eliminó. No era necesario suponer su existencia para explicar la combustión de los cuerpos. Sí era necesaria la existencia del oxígeno, cuyo nombre acuñó en 1777.
"Antoine Lavoisier, guillotinado por los revolucionarios en 1794, terminó con el flogisto utilizando la navaja de Ockham."