El concepto de hidalgo y fidalgo (en castellano antiguo, y común en literatura) tiene su origen en España y Portugal y es sinónimo de noble. Hijodalgo o Hidalgo, sígnifica persona que por su sangre es de una clase noble y distinguida. En el antiguo régimen eran mayoritarios en Cantabria, Asturias, Vizcaya y muy numerosos en Castilla la Vieja y Navarra.