Dícese del miedo a nuestra propia interioridad, a conocernos a nosotros mismos; normalmente se tiene pensado que nuestros mundos internos o nuestra "sombra" es algo peligroso, que es algo que es mejor no descubrir, y muchas personas no se atreven a conocerse por este miedo.
"No hay nada de malo en reconocerse y valorarse tal y como somos, es justamente lo contrario, es muy sano."
Por supuesto que no es una fobia, y como palabra tiene una construcción poco ajustada. Sería un temor a la introspección, a analizar cada uno su mundo interior, y bajo un concepto más psicologista a escarbar en el subconsciente. Empezó a circular como un neologismo informal pero comprensible, aunque después se expandió gracias a los artículos repetidos o copiados en publicaciones periodísticas impresas y vía web, inclusive con otras interpretaciones. Cabe aclarar que el prefijo intra- es latino, pero no costaba nada ser coherente y usar algún adverbio griego como εισω (eiso "dentro de, interno") para que encaje con φοβος (fovos "miedo").
"Nuestro racismo es una intrafobia. Me permito el neologismo. Sufrimos una xenofobia con efecto bumerán, que nos termina golpeando en nuestros propios orígenes. (Gabriela Arciniegas)"