Kundalini: nombre que se le da en el Sánscrito indo-europeo a la ambivalencia del Varón, que en térmonos Bíblicos procede del ZOOIDE, la entidad animal fecundante donada por el progenitor de género masculino; es femenino, y se desplaza por la contraparte etérica de la espina dorsal a partir del cóxis. Según la filosofía Gnóstica, es como un fuego serpentino en el Atanor o caña de Bambú, lo cual, según el Éxodo 4 de la Biblia, debe permanecer sujeta al Varón templante que sabe gobernar a su mujer y así mismo a su familia. Kundalini, está encarnada (protagonizada) en el género femenino, razón por la que la ISIS o virgen de los templos en Egipto, llegó a estar representada por una serpiente de bronce en el Pentateuko de Moisés, y los proto-gnósticos tardíos, de culto tántrico, pensaron por eso que cada varón, debería levantar siete mujeres, si quería heredar la maestría, error que más tarde se desarrolló en poligamia.