Así llaman tradicionalmente los madrileños a las rosquillas que se elaboran aquí y particularmente por San Isidro. Se hacen con la misma masa, (harina, huevo, aceite, azúcar, cáscara de limón, copita de anís), pero tienen distinto acabado. Las listas se rebozan con una pasta cuasilíquida amarillenta de agua, azúcar y zumo de limón. Las tontas van desnudas. Además tenemos las francesas, creadas por el repostero de Fernando VI, rebozadas de almendra granulada y las de Santa Clara con merengue.
"Tanto las listas como las tontas, como las otras, están deliciosas"