Práctica que se ha puesto de moda, en la que los anfitriones de fiestas y celebraciones solicitan a sus invitados que en vez de regalos lleven un sobre, dentro del cual deberán depositar una cantidad determinada de dinero. Esta modalidad se creó originalmente para aquellos matrimonios en el que los novios, después de casarse se iban a radicar fuera de su ciudad o del país, con lo cual tenía sentido porque un trasteo de regalos sería muy engorroso, por lo cual en las tarjetas de invitación se colocaba la observación "lluvia de sobres".