En la provincia de Zamora y sobre todo en Aliste hasta el último tercio del siglo XX hubo una industria textil doméstica basada en el lino, industria que la Unión Europea quiso recuperar subvencionando la siembra del lino, lo que dio lugar a muchas trampas y engañiflas, pues el lino sí se sembraba pero, después de recogido, o bien accidentalmente se quemaba o se pudría en los almacenes. Pues bien, antaño el lino, después de varias operaciones, se hilaba y se enrollaba con la "naspa", un artilugio de madera con cuatro aspas y una manivela obteniendo así la madeja que se cocía en una caldera con ceniza para blanquearla. Convertida después en ovillos, se llevaba al telar.
