También se dice echarse un farol, tirarse un farol o ir de farol. Estrategia para impresionar o acobardar o desorientar a los oponentes pero que no tiene ningún fundamento. Se dice sobre todo en algunos juegos de mesa como el póquer o el mus en los que el farolero aparenta tener una buena mano cuando no tiene nada. El engaño puede tener éxito si su personalidad es difícil de escrutar y realmente tiene cara de póquer, es decir, no se puede saber si miente o dice la verdad.
"No le creas, es un fanfarrón, siempre juega de farol."