Neologismo de origen madrileño asociado al 15M creado por la derecha política para referirse a los pobres y desarrapaos, a los críticos antisistema y en general a todo el rojerío político. La imagen asociada a este significado, con intención descalificante, es la del pedigüeño que toca la flauta con un perro en los andenes del metro o en los trenes de cercanías de la ciudad.
"Para la derecha todos los votantes de Unidos Podemos son perroflautas que inevitablemente van a llevar al país a la bancarrota (más de lo que está)."