Del griego pro, antes que y kyon, perro, estrella brillante de la constelación del Can Menor, que aparece antes que la estrella del perro, Sirius o Sirio del Can Mayor en el hemisferio sur del cielo. Los latinos también la llamaron Antecanis.
"La estrella procyon A tiene una hermana, enana blanca, que los astrónomos llaman procyon B"