Del latín furnus furni, horno, cueva en la que se hacía fuego. En la toponimia de Aliste, zona asturleonesa, existen algunos lugares algo misteriosos a los que llaman furnia o furnias, pequeños y abruptos valles con arroyos de agua herrada en la cuenca del río Aliste con cuevas y excavaciones entre peñas. De todos estos lugares se cuentan historias y leyendas de moros y romanos.