Adjetivo sustantivado masculino. Registro más agudo de la voz humana, como la propia de la niñez y -sobre todo en el «bel canto» (la ópera)- la femenina. Comprende tres tesituras: 1) dramática: poderosa por volumen, amplitud máxima; 2) lírica o ligera: altura media; 3) coloratura: alta disponibilidad para grandes adornos sonoros. Deriva del latín «supranus», con paragoge de la preposición «super»: sobre.