Con acento en la o, no en la i. En los pueblos de Castilla y de La Mancha solían llamar así al dueño de los frutales poco vigilados del campo, algo alejados de la población y expoliados por los rapaces cuando se acercaban buscando nidos o haciendo alguna otra travesura. Ahora parece que ya no les gusta mucho el campo.
"¡Qué higos más buenos! ¿Son vuestros? -No, son del tio cogivete"