El yelmo o casco forma parte de la armadura medieval que cubría la cabeza y parte del rostro de los guerreros. Según la Biblia, el yelmo de la salvación es parte de la armadura de Dios que protege a los creyentes de cualquier mal o intento diabólico de penetrar la cabeza (malos pensamientos, tentaciones, etc) para poder alcanzar la salvación eterna.