Es una palabra que el lunfardo tomó del italiano vulgar meridional cafone ("maleducado, persona basta, con escasa cultura urbana"), con el mismo significado que se amplió como adjetivo a cualquier cosa rudimentaria, básica y berreta. No hay un acuerdo sobre su etimología, pero lo más probable es que provenga del verbo cavare con el sufijo -one para deverbales que refuerzan la acción, en este caso para nombrar a los campesinos zapadores. [Nota: hay una definición más extensa en el error ❌cafon.] Ver cafonacho.
"Cafón también es un nombre de origen romano, pero no lo menciono porque ya no se usa."