Es un eufemismo burrero que lleva un paso más allá el concepto de «ligera de cascos» o "casquivana" para una mujer de costumbres sexuales liberales. Es justamente por la velocidad de las yeguas de carrera, que si marcan en el cronómetro "un minuto con cuarenta segundos la milla" se las considera muy rápidas.
"Ya sé que es una frase machista y despectiva, pero siempre me pareció muy ingeniosa."