Es el nombre de varios hongos como Gomphus clavatus, Lactarius indigo, Discina perlata o Hypomyces lactifluorum, que no serían realmente el hongo sino una bacteria que parasita especialmente a los Lactarius y les da un color anaranjado rojizo o amarronado. El nombre es por la forma que toman, que se parece a la oreja de un puerco.
"Algún hongo oreja de puerco es comestible."
Se le conoce también como oreja de oso, oreja de madera, oreja de lana, oreja de judío y oreja de Judas (Auricularia auricula-judae). Un hongo gelatinoso comestible muy usado en la cocina oriental al que se le atribuyen también propiedades terapéuticas.
"La oreja de cerdo también se puede adquirir deshidratada"